lunes, 1 de diciembre de 2008


EL MACHISMO


El hombre desde su aparición en la tierra, ha ejercido un dominio dictatorial y “castrante” sobre la mujer. Obedeciendo quizás, a su mayor conformación física, basada en la fortaleza que lo hizo mas apto para los trabajos rudos y de riesgo. Esta ventaja física convirtió a la mujer en un instrumento al servicio del hombre, quien hacia y deshacía a su libre antojo. La mujer fue relegada exclusivamente a las labores domesticas y a la crianza de los hijos.
Este cuadro de dominio, esta plasmado en todos los anales de la historia de la humanidad. Comenzando por las religiones, en donde se nota un predominio absoluto de la presencia de un Dios, que es hombre y tiene el poder sobre todo y en sus estructuras básicas; son los hombres quienes tienen la dirección y ejecución de las doctrinas, como por ejemplo: en la religión católica, comenzando por el Papa, los cardenales, los obispos y los sacerdotes, son ellos los encargados de conducir y manejar la iglesia como mejor les parece y con todas las prerrogativas del caso. En cambio las monjas, solo quedan relegadas al servicio de obras menores, sin derecho a dirigir y llevar una línea ascendente en los altos cargos de la iglesia. De igual manera estas servidoras del clero, no pueden oficiar misa, ni otorgar los sacramentos a la feligresía tales como: santos oleos, comunión, extremaunción, bautizo, matrimonio, etc. Son simples siervas. ¡Quien entienda eso o trate de explicarlo! Tendrá que ser muy hábil, para no caer en falsedad en su intento por desdecir semejante despropósito, que a todas luces es una prueba de machismo divino.
Con este ejemplo, nos ponemos más cerca de la realidad. El mundo ha estereotipado en todas sus etapas a la mujer, desde su apariencia física que en algunas épocas aparecía con kilos demás y exuberancia, algo que la convertía en símbolo de sexualidad libidinosa, (claro esta, que a pedido del hombre) luego en nuestros días se le exige una magra figura que linde con lo cadavérico, llevándola para ello por los caminos de la anorexia, en un claro atentado contra su salud corporal y mental.
A pesar que la mujer de hoy, se jacta de una “liberación” y emancipación revolucionaria; sigue siendo victima del capricho del hombre, que le indica como la quiere y para que la quiere. Esto esta claramente evidenciado, en todos los medios de comunicación, en donde vemos los comerciales que mas que vender el producto, venden a la mujer.
Por mas que las mujeres de hoy se empeñen en querer hacer creer, que se han liberado; las evidencias y la práctica, nos llevan a una realidad muy distinta. Son muy pocas las mujeres que ejercen su propia autonomía y el lugar que ellas misma eligen dentro de la sociedad.
La mujer en si tiene una belleza natural que se ajustara al gusto de los hombres que la quieran mirar. No por mas que quieran tener los pechos que la naturaleza no les dio o las nalgas que no desarrollaron a su gusto, van ha ser miradas por todos los hombres del planeta. No, para todos los gustos hay y hay que aprender a ser uno misma.
Todo este conglomerado de hechos sucedidos en la historia, nos habla de: una mujer sojuzgada. En el plano sexual, como decíamos al principio de este articulo; para la mayoría de los hombres actuales y para el primer hombre sobre la faz de la tierra; la mujer es el elemento en donde puede satisfacer su apetito sexual desenfrenadamente y sin importar lo que ella quiera o sienta y muchas veces entregándola a los placeres de la masturbación, que dicho sea de paso; no es ningún pecado ni nada malo, mas bien una buena manera de satisfacción personal, que ayuda a desahogar un deseo reprimido beneficiando así a la salud mental. Pero alejándola de la parte afectiva que debería ser lo
primordial.
No he querido en este articulo comenzar un ataque contra el sexo masculino, porque existen hombres que si han evolucionado y consideran a la mujer, como verdaderamente es. Un ser humano con las mismas carencias, necesidades, ambiciones, penas y alegrías. No olvidemos que la mujer representa es el símbolo mas elocuente de nuestra especie, porque tiene la virtud y el privilegio de ser madre, algo a lo que le debemos nuestra presencia en este planeta.
Manon
Manon@hotmail.fr




1 comentario:

CHARO dijo...

Vaya hay alguien que reconoce los valores de la mujer,gracias.charo