sábado, 6 de diciembre de 2008




LA MEDIA NARANJA


Es muy común, escuchar a lo largo, ancho y alto de este mundo, aquello de; ¡busco ha mi media naranja! Que en realidad quiere decir que: se busca el complemento, la otra mitad, lo que nos falta. Una manera quizás inconciente por encontrar el equilibrio, ese equilibrio que es parte de todo en nuestra existencia humana y cósmica. Si partimos del punto en que todo tiene su contraparte y necesita de ella para existir.
Pero, ¿Cómo hacemos para encontrarla? Primeramente tenemos que comenzar por encontrar en nosotros, aquello que queremos. No podemos pretender encontrar a la otra parte, sin antes habernos examinado profundamente en nuestras carencias, virtudes y defectos.
La primera pregunta que debemos hacernos es: ¿En que parte de nosotros mismos, creemos que necesitamos a la otra parte? ¿En la parte sentimental, en la emocional, en la sexual, en la egocéntrica....? Son muchas las preguntas que tenemos que hacernos para llegar ha alcanzar lo que queremos, pero en esta fragmentación de requerimientos; ya estamos equivocando el camino, porque no podemos buscar el complemento de una parte si nos van a faltar llenar las otras “partes”. Tenemos que buscar la otra mitad del todo, para poder llegar a un verdadero equilibrio en nuestra vida.
Hay quienes equivocadamente, buscan el complemento sexual perfecto, y dejan en segundo plano a lo afectivo, olvidándose de que: este es el elemento principal y el motor de toda buena y saludable relación. El verdadero equilibrio para nuestra salud emocional.
Muchas veces nos preguntamos ¿Por qué? ¿Porque fracasamos en nuestras relaciones “sentimentales”? La respuesta, la tenemos al alcance de nosotros. Somos nosotros los únicos responsables de lo que nos sucede, por anteponer nuestras carencias y miserias a nuestra lógica y sentimientos. Vale decir que: nos engañamos constantemente y luego caemos en nuestra propia trampa.
La búsqueda de nuestra otra mitad, debe ser en realidad; el encontrar nuestro complemento y para ello debemos tener en cuenta, ¿Qué es lo que buscamos?
Si buscamos solo sexo, estamos errando el camino, si se trata de solamente compañía, también, si estamos a la búsqueda del ser perfecto; ni que decirlo, vamos hacia lo imposible.
Para obtener el éxito en lo que deseamos, tenemos que comenzar por: despojarnos de nuestros idealismos y egoísmos, y tener la convicción de podernos adaptar a la otra persona, buscando ese equilibrio que tanto anhelamos. No centremos nuestro objetivo en encontrar al ser perfecto, porque este no ha de llegar ni en sueños.
Importa mucho el que podamos saber; en que podemos ceder y que queremos exigir, que sea fácil de cumplir por la otra parte.
Es una tarea difícil sin duda alguna, más aun cuando sabemos que el amor o las circunstancias de un momento, no nos van a permitir actuar con la debida cordura, que en estos casos necesitamos. Pero, si no tenemos la convicción firme de lo que necesitamos; estaremos repitiendo el error que por generaciones hemos cometido y que nos ha traído como consecuencia; la sociedad en la que ahora vivimos. No olvidemos que: somos nosotros los responsables del medio en que queremos vivir.
Por mas anticuado u ortodoxo que parezca este concepto, es la realidad, una realidad de la que no podemos escapar ni mucho menos, eludir nuestra responsabilidad.
La búsqueda de la media naranja, no es mas que: el asegurarnos un completo equilibrio personal y social. Con ello estaremos asegurando institucionalizar a la familia, dentro o fuera del contexto matrimonial, porque el matrimonio; no nos asegura absolutamente nada, ya que no podemos regir nuestro destino y el de terceros, por medio de un lazo legal o religioso, pero si, mas bien por el aspecto moral. Una moral sólida en donde exista espacio para el disfrute sexual, sentimental y de buena convivencia en un ejercicio pleno de una buena salud mental.
Busca tu media naranja, pero no busques la satisfacción de tus mezquindades.
Manon

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